Ion Muresanu, el artista plástico que como escultor, realizó trabajos de gran porte, durante la década de los años sesenta, entre ellos las esculturas murales del Comedor Universitario n° 2, regresó a nuestro país y compartió sus conocimientos y experiencia con la comunidad Udelar.
Luego de varias décadas, visitó el edificio del Comedor Universitario, ubicado en la zona del Parque Batlle, donde se reencontró con sus obras: “Laberinto”, ubicado en el propio salón del comedor, donde el artista exploró juegos geométricos con ladrillos en el espesor de un muro doble. “La Osamenta”, un mural ubicado en la fachada del edificio, a través de un extenso y potente relieve de hormigón, que unifica el muro de ladrillo.
La obra de Muresanu tuvo como propósito integrar las artes plásticas a la arquitectura en un proyecto universitario único en el entendido que la Facultad de Arquitectura realizó un trabajo de extensión a solicitud del entonces Servicio de Bienestar Estudiantil, creando y ejecutando un proyecto arquitectónico con la participación de una cátedra, en tal caso la de Cravotto, integrado por docentes y estudiantes.
Fue precisamente el arquitecto Antonio Cravotto quien encomendó a Muresanu, que había sido su alumno en la Facultad de Arquitectura, incorporar el arte al proyecto del Comedor Universitario.
Este artista plástico nació en Rumania y de niño llegó a Uruguay junto a su familia. Sobre fines de la década de los sesenta se radicó en Brasil, donde vive actualmente. Luego de varios años, vuelve a Uruguay. La docente de Facultad de Arquitectura Valentina Odella, que realizó sus trabajos de posgrado en base a la obra de Muresanu en el Comedor Universitario n° 2, y el fotógrafo Ramiro Rodríguez Barilari se contactaron con Muresanu con la intención de organizar una actividad de participación abierta con la presencia del propio artista- Se trató de encuentro para el descubrimiento de los conocimientos y técnicas empleadas por Muresanu, y un espacio de intercambio sobre el vínculo del arte con la arquitectura. Este evento tuvo lugar el pasado 4 de mayo en la Sala de Consejo de la FADU. Por su parte, el 10 de mayo, el propio Muresanu, se reencontró con sus obras cuando visitó el Comedor Universitario n° 2.
El reencuentro con la obra
Ion Muresanu luego de la actividad realizada en la FADU, planificó una visita al Comedor Universitario n° 2 donde se encuentran sus dos obras: “Laberinto”, ubicado en el salón comedor, y “La Osamenta”, el amplio mural que se encuentra en la fachada este del edificio universitario que fue declarado monumento histórico nacional en enero del año 2004.
Pasaron décadas para que el artista se reencontrara con su obra. Para Muresanu, fueron momentos de gran emoción y retrospección sobre lo creado en tiempos de juventud. De la técnica empleada, utilizando como materiales espuma plast y hormigón en el caso de La Osamenta, y de definiciones geométricas a través de los ladrillos de la pared del salón comedor. Incluso, mencionó los intercambios que tuvo con el arquitecto Cravotto acerca de las opciones de iluminación de la obra.
Estos trabajos de Muresanu fueron motivo de inspiración para la docente Valentina Odessa, quien incorporó a sus estudios de posgrado las obras de este artista en el Comedor Universitario n° 2. Con dicha investigación, Odella obtuvo un diploma de especialización en Intervención en Patrimonio.
Actualmente se encuentra en el proceso de elaboración de su tesis de maestría en Arquitectura precisamente en base a los aspectos arquitectónicos de este edificio universitario.
“El Comedor es para mí un gran objeto de estudio. Entonces la obra de Ion (Muresanu) y las esculturas murales del Comedor las estuve trabajando en la tesina realizada, y sigo estudiando los distintos aspectos arquitectónicos del proyecto del Comedor, que para mí es apasionante”, indicó Odella.
Destacó como fue gestado el proyecto del Comedor Universitario. “Es un caso excepcional y único. En la década de los sesenta, desarrolló un programa piloto que se llamó Practicantado Integral, propuso que dentro de la carrera de Arquitectura se juntaran el trabajo final de carrera y la práctica de obra. En este caso, el estudiantado antes de recibirse tenían la posibilidad de poner en práctica sus conocimientos en un caso real. Es así que surge el Comedor Universitario. Por sorteo se designa a uno de los talleres de la Facultad de Arquitectura. En este caso fue el taller Cravotto. Fue así que el arquitecto Antonio Cravotto, junto a docentes y un pequeño grupo de estudiantes, desarrollaron el anteproyecto, el proyecto ejecutivo y finalmente concretaron su participación en la obra”.
Odella informó que en el año 1965 el Servicio de Bienestar Estudiantil le propuso a la Facultad de Arquitectura la creación del Comedor Universitario n° 2 contemplando la asistencia de unos 2000 comensales. En ese mismo año, la Facultad de Arquitectura le entregó el primer juego de planos a Bienestar Estudiantil. La obra comenzó en el mes de febrero de 1967.
El Encuentro con Muresanu en FADU
Cuando el artista Ion Muresanu fue contactado por la docente Valentina Odella y el fotógrafo Ramiro Rodriguez Barilari a fin de coordinar un encuentro abierto con la comunidad Udelar, fue el propio Muresanu quien indicó que el lugar apropiado para realizar la actividad era la Facultad de Arquitectura.
El motivo por el cual prefirió esta locación es que el artista plástico se formó académicamente y egresó de la Facultad de Arquitectura de nuestro país.
Desde la década de los años 60 Muresanu fue considerado como un artista referente por la realización de trabajos de gran porte, entre los que se encuentran las obras en el Comedor Universitario n° 2 y las realizadas para la Universidad de Brasil utilizando como material principal el hormigón para la creación de enormes murales.
En el Encuentro en FADU, el propio Muresanu expresó que fue precisamente la obra en el Comedor Universitario y la obtención de un gran premio de escultura en el Salón Nacional de Artes Plásticas lo que le abrieron la puerta para poder desarrollar su arte en Brasil.
La actividad convocó a egresados y egresadas, docentes y estudiantes de Facultad de Arquitectura. Contó con la presencia del director de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación, William Rey. En su exposición, Rey hizo mención al trabajo colaborativo que en la década de los años sesenta y setenta había entre arquitectos y artistas plásticos para la planificación y ejecución de un proyecto arquitectónico. Indicó que actualmente no es una práctica habitual y que es importante retomar dicha sinergia.
En tanto, el fotógrafo Ramiro Rodríguez Barilari presentó al artista Ion Muresanu, destacando su obra artística en nuestro país y en Brasil. “Para la mayoría de los que nacimos en los años sesenta y para las generaciones posteriores, Ion Muresanu es una firma, un hombre enigmático al pie de algún mural. Miro a mis compañeros del proyecto Revisor Montevideo, hoy treintañeros, quienes compartimos hace una década el interés de conocer algo sobre el autor de los murales del Comedor Universitario n° 2. Algunos y algunas, como mi compañera, Valentina Odella, que nos propusimos trabajar en este proyecto, hemos dado ciertos pasos para acercarnos al enigmático personaje”, indicó Rodríguez Barilari.
Fueron conectándose a través de plataforma virtual, hasta que se logró la coordinación para realizar el encuentro.
Ion Muresanu compartió con la comunidad Udelar, sus vastas experiencias en torno al vínculo del arte y la arquitectura. Recordó que en determinado momento, cuando estudiaba en la Udelar, decidió incursionar en obras artísticas de gran escala. “Me interesaba mucho la integración de las artes plásticas con la arquitectura. La curiosidad que tenía era cómo hacer obras de gran escala de una forma económica”, indicó. Aclaró que finalmente lo logró recurriendo a materiales como el hormigón.
Indicó que para desarrollar su arte, tuvo otro punto a favor, que es ser arquitecto. “Uno habla el mismo idioma que los clientes. Ví muchos artistas plásticos excelentes pero que no consiguen conversar con el arquitecto”, expresó Muresanu.
Reconoció ser una persona con mucha suerte. En primera instancia por encontrar una opción de hacer arte con un bajo costo económico, empezando a utilizar el hormigón, material que no era muy empleado con esos fines en esos años. “También tuve suerte de ser un alumno dilecto de Antonio Cravotto, el arquitecto que hace el Comedor Universitario n°2”, que lo convocó para el trabajo artístico en ese proyecto.
Muresanu señaló que el mural ubicado en el Comedor Universitario “impresiona hasta el día de hoy por su tamaño”. Recalcó la generosidad de Cravotto por haber convocado “a un ex alumno, amigo” para realizar el trabajo, y concluyó indicando: “creo no haberle fallado.”
En diálogo con Ion Muresanu y Valentina Odella
A continuación se comparte el programa radial de Somos Bienestar en UNI Radio donde se entrevistó a Valentina Odella, docente de FADU que nos informó sobre su trabajo de posgrado en base a la historia del Comedor Universitario n° 2, declarado en el año 2004, monumento histórico nacional. También se realizó una crónica del encuentro con Ion Muresanu en FADU. Artista plástico, creador de obras relevantes de gran porte, como los murales en el Comedor Universitario n° 2.
Entrevista con Valentina Odella:
Crónica del Encuentro con Ion Muresanu en FADU: