Lic. Esp. Mercedes Pérez: “El SCIBU debe continuar adecuando sus políticas a las nuevas demandas que surgen de una población estudiantil en crecimiento”.

El pasado 19 de abril, la Lic. Esp. Mercedes Pérez asumió el cargo de Presidenta del Servicio Central de Inclusión y Bienestar Universitario (SCIBU), luego de ser designada por el Consejo Directivo Central en la sesión ordinaria del 22 de marzo de 2022 (Res N°11, Exp. 001000-000055-22)

Durante dos períodos consecutivos se desempeñó como decana de la Facultad de Enfermería. Tiene experiencia de gestión en servicios de salud y en la Udelar, y los temas vinculados a las políticas universitarias que desarrolla el SCIBU, que según ella misma afirmó, no le son ajenas. Enfatizó sobre la necesidad de adoptar con mayor énfasis políticas preventivas en salud vinculadas al trabajo y al estudio en la Udelar, y destacó la necesidad de profundizar en el trabajo multidisciplinario que la Udelar puede desarrollar en el área de salud mental.

En cuanto al rol concreto que a su entender debería promover el SCIBU, está en contribuir a que la población estudiantil no solo pueda ingresar a la Udelar, sino que cuente con herramientas para mantenerse y finalizar su formación. Es partidaria de profundizar en la descentralización de las prestaciones que brinda el Servicio para que lleguen a los Cenures y den respuesta a las diversas demandas surgidas entre la comunidad universitaria en el interior. “Para ello hay que buscar alternativas, conocer los recursos locales y usar la creatividad”, explicó.

Les compartimos la entrevista que la Lic. Esp. Mercedes Pérez concedió a la Unidad de Comunicación del SCIBU.

Entrevista realizada a la nueva Presidenta del Servicio Central de Inclusión y Bienestar

-¿Cómo afronta este nuevo desafío al frente del Servicio Central de Inclusión y Bienestar Universitario luego de desempeñarse como decana de la Facultad de Enfermería por dos períodos consecutivos?

Es un desafío muy interesante. Si bien el Servicio está dentro de la Udelar, y la gestión universitaria tiene cosas muy similares, para mí el funcionamiento del servicio no era del todo conocido. Representa un desafío muy importante. Trataremos de gestionar en conjunto con las personas con quienes ya venían trabajando en el Servicio a fin de poder ir conociendo lo acumulado y los problemas que requieren tratamiento.

Muchas de las áreas del SCIBU tienen vinculación con políticas de prevención en salud, en cuidado y el bienestar de las personas.  Por ejemplo, la enfermería tiene precisamente funciones de prevención y promoción de salud, más allá que se tenga esa imagen de la enfermera curando a personas en el hospital.

Por eso, los objetivos y funciones del SCIBU no me son para nada ajenos, más allá que la dinámica institucional en este espacio, sí es novedosa para mi. Soy muy partidaria del trabajo en equipo,de la interdisciplina y de la mejora continua que permita la evolución de las instituciones.

-Usted hizo referencia a la importancia de la prevención en salud. En tal sentido, ¿considera que el SCIBU puede desempeñar políticas preventivas dirigidas a la comunidad universitaria?

-Creo que sí. Primero, desde los servicios existe la necesidad de trabajar en la promoción de la salud en la Udelar, que es una población muy específica. Si bien hay distintos colectivos en la Universidad, las necesidades de convivencia son comunes y se pretende lograr el bienestar  sacando el mejor provecho tanto del trabajo como del estudio, que cada uno sienta satisfacción por pertenecer a esta institución.

Y esto tiene que ver con un concepto de salud no restrictivo, no se trata de curar enfermedades, sino de promover la salud y prevenir cualquier problema de salud generado por el entorno universitario, y todo lo que tiene que ver con el bienestar humano y el medio ambiente como un todo, considerando los determinantes sociales, culturales.

-¿Cuál es su experiencia en salud mental?

-Sobre mis áreas de desarrollo, puedo decir que tengo un posgrado en gestión y otro en salud materno infantil. De todas formas, tengo experiencia en el tema, en tanto el tema de la salud mental en Facultad de Enfermería tiene un desarrollo transversal a lo largo de toda la carrera. Hay un departamento de salud mental y todas las asignaturas que trabajan en enfermería teóricamente y clínicamente tienen involucrado el tema de la salud mental.

-¿En cuanto a las distintas unidades programáticas del SCIBU, qué aportes podría brindar a las políticas de salud mental en la Udelar?

-Hay una fase 2 (de reestructura del Servicio) donde una de las áreas existentes es precisamente la de salud mental, y otros dispositivos que de alguna forma se ocupan de diferentes miradas de la salud mental pero que interconectan y contribuyen a la promocion de salud mental, como son las áreas de Deportes y Cultura, la División Universitaria de la Salud. Podríamos estar interactuando con todas las áreas para la promoción de la salud mental, que después de un período complejo de pandemia en la que toda la población del mundo se vio afectada, en la Udelar se requiere de un enfoque muy concreto, de cómo afectó a las personas que estudian y trabajan, porque se les vio modificado todos sus esquemas de trabajo y estudio de un día para el otro. Eso tuvo consecuencias bastantes grandes. Ser parte de la Udelar no es solo venir a hacer un curso o una carrera sino también vincularse con otras personas y tener intercambios, generar ciudadania. Durante la emergencia sanitaria se pudo avanzar en los cursos y en los proyectos academicos, pero no se logró cuidar la salud mental de la población universitaria, por que fue muy vertiginoso y muchos los problemas a resolver. Hay aspectos que involucran a la población en general (que por su puesto se reflejan tambien en la Udelar) pero también otras específicas que tienen relación con la tarea que cada uno hace en la Universidad (estudiar, enseñar, aprender, trabajar).

-Entonces, ¿cuáles son esas particularidades que estuvieron presentes en la comunidad universitaria?

-La comunidad Udelar se vio muy afectada porque enseñar es generar un vínculo con otras personas.

No es lo mismo generar un vínculo personal, físico, de vernos, de estar en conjunto en un espacio; de hacer grupos de trabajo. Eso no se pudo hacer.  Para los docentes también fue difícil dar clases, sentarse frente a una cámara y no ver las reacciones de estudiantes porque no tenían conexión o no tenían ganas de estudiar porque transitaban por otras situaciones que no lo permitían. Fue muy desmotivante para el cuerpo docente, que en algunos casos, también tuvo que adaptarse al uso de la tecnología.

Creo que ahora es una etapa para recomponerse, encontrarse y trabajar juntos. Hay mucha cosa para hacer, y en el SCIBU tenemos gente muy capacitada para aportar a la Udelar. Yo pienso en la articulacion con el área de la Salud, porque vengo de ahí, pero también se requiere la articulacion con el área social y artística y con el área de tecnologías y ciencias de la naturaleza y el hábitat, surgieron algunos temas nuevos que antes de marzo del 2020 no estaban presentes.

-Durante los años 2020 y 2021 se solía hablar en la Udelar de extrañar el vincularnos en tres dimensiones. Usted llegó a recibir presencialmente a la generación de estudiantes de Enfermería. ¿Cómo se sintió ese momento?

-La situación fue bastante compleja. En Enfermería, en el año 2020 participé de la bienvenida al estudiantado el día jueves 12 de marzo y el lunes 16 se cortó la presencialidad. Eso que una promovió del trabajo en conjunto quedó en suspenso. Además hay que sumar que nuestro campo de enseñanza y aprendizaje son los pacientes, en los hospitales, en los serivcios de salud y durante la emergencia vimos restringidas las entradas a los distintos servicios y tuvimos estudiantes que debieron volver a sus departamentos de origen.

-Usted estuvo integrando el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) durante la emergencia sanitaria. En la Udelar durante años funcionó una Comisión Central de Salud Mental. ¿Considera que este tema actualmente debe ser una prioridad y ser abordado interdisciplinariamente?

-Sin lugar a ninguna duda hay que generar redes en los distintos espacios universitarios. La Udelar sigue teniendo una Comision Central de Salud Mental, que tiene por ahora un rol más asesor en relación a la Ley de Salud Mental, pero que está conformado por un equipo de especialistas que realmente tienen muchísimo conocimiento para contribuir en ese sentido.

Hay muchas experiencias en el mundo, algunas de ellas exitosas, de cómo ir trabajando la temática de la salud mental en diferentes espacios, y las universidades son uno de ellos. Todas las áreas universitarias pueden aportar a esta temática. No se debe restringir nada a una sola disciplina, es un problema de todos.

-Antes de asumir la presidencia del SCIBU, ¿qué conocimiento tenía sobre las políticas desplegadas por este Servicio?

-Obviamente tenía conocimiento sobre las becas, que estaban muy presentes siempre entre el estudiantado. Tambien, la División Universitaria de la Salud (DUS), desde que se ingresa a la Udelar se tiene contacto con esa dependencia. Se trata de un espacio fundamental porque de alguna forma es el regulador de los temas vinculados a la salud de trabajadores y estudiantes en la Udelar. Los comedores estudiantiles también son conocidos, por el valor que tienen para los estudiantes, especialmente del interior, pero también de Montevideo

En el caso de deportes siempre recibí información sobre las actividades deportivas pero no habia percibido la globalidad de la actividad desarrolladas. Por lo cual, muy pocas cosas me resultan totalmente ajenas. Puedo decir que estudiantes de Enfermería, siempre han usufructuado las prestaciones del SCIBU.

Ahora la comunicación del Servicio está muy activa y llega más información sobre las distintas actividades a la comunidad Udelar a través de distintos canales y redes sociales.

-Durante el 2020 y 2021 el número de inscripciones a las distintas carreras universitarias tuvo un incremento en comparación con años anteriores. ¿Qué desafíos genera este aumento en la matrícula estudiantil en las políticas y acciones a desarrollar por el SCIBU?

-Para el Servicio tiene una gran repercusión. Por suerte la Udelar hace tiempo dejó de ser destinada para una elite. Tenemos estudiantes que provienen de más lejos, con necesidades y problemáticas diferentes, con situaciones de vulnerabilidad que deben ser atendidas para que puedan estudiar y avanzar en sus estudios. Es ahi dónde el Servicio de Inclusión y Bienestar debe prestar atención para dar respuestas a las situaciones de vulnerabilidad, para que no solo ingresen si no que avancen en su formacion y logren egresar. El SCIBU tiene que adecuar sus políticas a las nuevas necesidades que seguramente surjan de una población en crecimiento.

Vemos cómo cambian las necesidades de la comunidad universitaria, por ejemplo, ahora hablamos de políticas de cuidados en la Udelar. Eso tiene que ver con una alta presencia de mujeres en la Institución que trabajan y estudian, estudiantes que trabajan y que necesitan de ese apoyo para poder mantener su estudio o su trabajo. Van cambiando las características de las demandas porque se amplía la población y ese fenómeno del mayor acceso a la educación terciaria es importante y una excelente noticia.

¿También es un desafío para la institución toda de que esa población estudiantil no solo ingrese sino también contribuir a facilitar su permanencia?

-Sí, porque el cometido no es solo que puedan ingresar a estudiar a la Udelar sino que se mantengan y egresen. Ahí está el desafío y es allí que el SCIBU tiene un papel fundamental, pero siempre en interacción con otros servicios universitarios, que suelen ser los que identifican los problemas y con quienes tenemos que interactuar para ajustar las políticas a las necesidades, coordinar y complementarnos.

El hablar de los cuidados en la Udelar abre una posibilidad importante de una temática que es real y si bien quizás no llegue a ser la solución definitiva, sí, puede mitigar esta problemática. La Udelar tiene una presencia alta de mujeres, y sabemos de casos que tienen que abandonar sus estudios definitivamente o pierden años porque deben dedicarse al cuidado de sus hijos e hijas, o ancianos. 

– El SCIBU inició un proceso de descentralización de sus políticas. ¿Usted piensa proseguir en esa línea de que las prestaciones del Servicio tengan en cuenta las demandas surgidas en los distintos Cenures?

-Sí. Ese es uno de los factores que me parece fundamental. La Udelar ha crecido mucho, y lo ha hecho en el interior del país. Esto hace que se generen necesidades nuevas para lo cual debemos aplicar nuevas estrategias, por que los recursos son diferentes. Hay que buscar alternativas y usar la creatividad para poder encontrar soluciones a diferentes demandas con los involucrados. Pretendemos profundizar y avanzar en las políticas de descentralización.

Durante el año 2020 el Consejo Directivo Central  (CDC) aprobó un cambio en la nomenclatura del Servicio Central de Bienestar Universitario, pasando a denominarse Servicio Central de Inclusión y Bienestar (SCIBU). En ese sentido, ¿el Servicio qué acciones y políticas puede desarrollar para contribuir a una Udelar más igualitaria e inclusiva?

-Del SCIBU deberían surgir las políticas para la inclusión. La I de inclusión tendría que surgir desde acá o por lo menos las propuestas y el análisis, y ver cómo se puede ir avanzando en ese sentido. En otros momentos había población que ni siquiera se planteaba estudiar en la Udelar. Ahora tenemos personas que por su vulnerabilidad, requieren un apoyo para poder hacerlo. ¿Cómo vamos a trabajar en eso? Ese es el gran desafío de la fase III de reestructura del Servicio. Tenemos que contribuir a que quien estudie en la Udelar, no tenga la limitación de otros factores que no sean su propias capacidades y su escolaridad en la carrera.

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