Finalizó el Campeonato Interfacultades de Fútbol Masculino de la Udelar. En una fecha donde se definían las Copas de Oro y Plata, la comunidad universitaria convirtió el escenario del estadio José Nasazzi en una verdadera fiesta. La estadística dirá que el equipo de Medicina volvió a ser protagonista de una final una vez más, obteniendo un nuevo bicampeonato de la Copa de Oro; y que Maxiavelo volvió a levantar una Copa, tras ganar una apretada final ante el equipo de Ciencias, obteniendo la Plata.
Pero el destaque en la jornada de una soleada tarde del 4 de diciembre fue el clima festivo vivido en el Prado. Jugadores, amigos y amigas, familiares de los estudiantes le pusieron color y sonido a la actividad deportiva.
El equipo de Maxiavelo, integrado por estudiantes de la Facultad de Derecho, desplegó amplias y coloridas banderas. Tuvo su propia barra de aliento detrás de uno de los arcos. Los jugadores de Ciencias y sus familiares recurrieron a decenas de globos con sus colores distintivos: negro y verde, los que fueron colgados en el tejido del estadio. Hubo mucho aliento desde las tribunas.
La copa de Oro de este año la obtuvo el equipo de Medicina que se convirtió en bicampeón. Ganó la final del Interfacultades por segundo año consecutivo. En la edición 2020, definió la obtención de la Copa de Oro con el equipo de Química. Este año, llegó a la final junto a Contadores.
Los futuros médicos tienen experiencia en jugar finales. Cabe recordar que obtuvo otro bicampeonato en los años 2015 y 2016 y llegó a las finales de Copa de Oro en 2018 y 2019, junto al equipo de ISEF.
En esta edición, Medicina superó las dificultades de completar su plantel de jugadores. Varios de ellos se vieron impedidos de participar del campeonato de fútbol por la reducción de las clases presenciales en Montevideo.
En alguna fecha del Campeonato, el número de jugadores disponible no permitía tener recambio. “Es que este equipo está integrado por muchos jugadores que están transitando por los primeros años de la carrera, y esos mayormente regresaron a sus hogares debido a la pandemia y no pudieron participar”, explicó el director técnico del equipo de Medicina.
Sin embargo, buena parte del plantel viene jugando junto desde hace años y es protagonista de las últimas ediciones del campeonato. Esta situación le permitió sumar una mayor cantidad de puntos en la primera rueda de todos contra todos, y ganar los partidos de play off, (inclusive el duelo con el ISEF), que lo llevó a la final. En tanto, el último partido que definía la obtención de la Copa de Oro, el resultado fue holgado a favor de Medicina.
El otro equipo finalista, Contadores, venía con expectativas y ganas a jugar la final por el Oro.
Llegaron al Nasazzi y colocaron sus “trapos” en el tejido del estadio, con sus característicos colores azul y blanco y la leyenda: “Poniendo el pecho sin preguntar.”
Santiago Espino, delegado del equipo de Contadores, explicó que accedieron a una nueva final del Interfacultades luego de ocho años. Lo hizo ubicándose entre los ocho primeros de la primera ronda y sorteando los cruces de play off a los equipos de Química, Psicología e Ingeniería. Hace 11 años que participan de esta “liga” organizada por el Departamento de Deportes del Servicio Central de Inclusión y Bienestar Universitario (SCIBU), habiendo obtenido el campeonato en 2012. Espino aclaró que a diferencia de otros equipos, Contadores no tuvo una disminución importante en el número de jugadores del plantel. “Esto seguramente haya ocurrido porque hay estudiantes cursando la carrera de contador que tienen mayor facilidad de obtener un trabajo en Montevideo y por lo tanto, no regresan a sus departamentos de origen”, indicó el referente del equipo.

“Maxiavelo” volvió a levantar una copa

A primera hora se jugaba el partido por la Copa de Plata. Maxiavelo (Derecho) volvió a obtener un campeonato luego de algunos años.
En un partido muy parejo, ganó 2 a 1 al equipo de Ciencias con un gol de tiro libre que fue determinante para el resultado final.
Ismael Pérez, jugador y delegado del equipo de Deportivo Maxiavelo hizo referencia a la expectativa de llegar y ganar la final en un año complejo debido a los efectos de la pandemia.
El equipo tuvo un montón de bajas y dificultades para jugar los partidos. Hubo fechas en que el plantel estaba tan reducido que no completamos el banco de suplentes.
El día de la final, Maxiavelo disponía de 22 jugadores para jugar el partido decisivo.
Rodrigo Diana, jugador del equipo de Ciencias compartió la alegría de llegar a esta instancia decisiva. Era la tercera vez que los estudiantes de Ciencias llegaban a una final del Interfacultades. “La pandemia ha hecho que nos reorganizáramos. Tenemos compañeros que viven en el Interior y que hicieron el esfuerzo importante de venir a jugar a Montevideo durante los fines de semana. Vamos arriba Ciencias y la Universidad”, expresó.

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